miércoles, 20 de junio de 2012

JVM: PROSELITISMO HORMONAL.


Aunque su tema  del “cuchi-cuchi” podría parecer una manera graciosa de proselitismo, la candidata panista a la presidencia de la Republica Josefina Vázquez Mota, rebajó la contienda electoral al nivel de los instintos básicos de los ciudadanos.

Quizá parezca exageración, pero esa postura de la candidata panista, quien ha basado parte importante de su estrategia en resaltar las capacidades de las mujeres, en exaltar su condición de mujer, ahora las menosprecia en lo intelectual considerándolas incapaces de discurrir con sus parejas sobre la importancia de ejercer su voto.

Les pide volverse objetos sexuales, carne electoral, para forzar a que, a cambio de sexo, vayan a votar el primero de julio.   Les sugiere que no piensen, que no dialoguen, que se olviden de su condición de personas, que no se asuman como individuos racionales y que prometan sexo a cambio de que salgan a votar.

En el tramo final de su campaña electoral, todo su discurso sobre la justísima valoración de la mujer lo manda grotescamente al caño cuando ahora las incita a intercambiar su cuerpo. Cuando   las invita a que se priven de su dignidad como personas para ofrecer favores  sexuales. 

Las ofende al sugerirles que conviertan lo carnal en objeto de intercambio.

En forma que realmente resulta ofensiva, que debe parecerle ofensiva a las mujeres, la candidata del PAN les recomienda que se alejen de lo racional y toquen los resortes biológicos más elementales de sus parejas. 

Que se comporten como hembras y nada más.

Qué pena por doña Josefina.   

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